jueves, 22 de septiembre de 2016

La leyenda del minotauro

¿Cómo empezar con esta historia de amor, zoofilia, guerra y dioses malhumorados? Quizás esta pregunta haya sido un buen argumento para empezar...

He estado leyendo mucho últimamente y una de las historias que más me ha gustado es la del minotauro. Aunque todos habíamos oído hablar de este ser y su famoso laberinto, nunca me había parado a pensar o leer cuál había sido el origen.

Pues bien, ahí va (modo telenovela on):
La historia comienza con el pueblo de Creta y su rey Minos, el cual mostró su apoyo incondicional al dios Poseidón tras la muerte de su padre Asterión (antiguo rey de Creta). Poseidón en agradecimiento hizo salir del mar un maravilloso y potente toro blanco, el cual debía de ser sacrificado en su honor.

Minos decidió que ese ejemplar tan magnífico no podía ser ejecutado y decidió refugiarlo en su rebaño y sacrificar a otro toro. (En esa época todos los toros debían de ser buenos morlacos y blancos claro está).
Poseidón (que no es precisamente un cualquiera al que se la puedas dar) al enterarse de lo sucedido decidió enviar una maldición a Minos e hizo que su esposa Pasífae tuviera ganas de yacer con el animal. Esta decidió ir a la tienda de disfraces de la época (esto es invención mía) y alquilar un disfraz de vaca para estar con el minotauro.

Al enterarse Minos decidió encargar a Dédalo la construcción de un laberinto en el que encerrar a la bestia.

En ese justo momento Androgeo (hijo de Minos) era asesinado en Atenas, y es cuando se lía parda (en una película en el cine diríamos que ahora es cuando viene la batalla y los FX). Minos decide ir a la guerra y atacar Grecia y vence, conquistando Megara y rindiendo a Atenas.
De esta manera y con la rendición, se propone un tributo a Creta por parte de los Atenienses, consistente en que todos los años deben enviar 7 hombres y 7 mujeres al laberinto para que sirvan de comida al minotauro (que era más de filetaco vuelta y vuelta que de ensalada).

Finalmente mencionar a Teseo, que fue el guerrero encargado de librar a su pueblo del tributo, introduciéndose en el laberinto y matando al minotauro.



viernes, 8 de julio de 2016

Quiéreme si te atreves (Jeux d'enfants)

Hace poco estaba buscando una película de esas que tienen buena puntuación pero no demasiado idealizada, porque al final acabo no valorando la calidad de la misma y bueno llegué hasta 'Quiéreme si te atreves'. Leyendo el argumento no me pareció demasiado complejo, ni siquiera demasiado atractivo, pero empecé a verla sin más y aunque al principio no confiaba demasiado en la resistencia del tejido membranoso que recubre los ojos o simplemete que los párpados iban a cerrarse hasta el día siguiente, me llevé una grata sorpresa cuando los diálogos empezaron a fluir.

He de decir que este tipo de películas en las que los diálogos son el punto fuerte de la película, y que las actuaciones de los protagonistas adornan este espectáculo, me encantan. Por eso hoy he decidido incluirla en el calendario de mis emociones.


Por rememorar algún momento de la película, a mi en particular me encantó el diálogo en la cafetería.
Os escribo un trocito:

(Julien está en la barra de la cafetería y Sophie es la camarera)
  • Julien: Me alegra saber que estás dando clases de canto, ¿quieres ser cantante?
  • Sophie: Ese eres tú, la rentabilidad es lo primero... tomo clases de canto, así que quiero ser cantante. Cuando sueltas 100 francos para el hambre en Etiopía, ¿quieres ser la madre Teresa? ¡joder!... he dicho que no te iba a hablar, solo estoy diciendo tonterías. Son tus zapatos, tu pantalón, me desconcentran. ¡Venga! déjame currar
(Julien se quita los zapatos y el pantalón y mira a una desconocida mientras Sophie se va al fondo de la barra)
  •  Julien: ¡Hola!
  • Desconocida: ¡Hola!
  • Julien: ¿Qué tal?
  • Desconocida: Muy bien, ¿y usted?
  • Julien: ¡Muy bien!
(Sophie vuelve a mirar a Julien)

  • Julien: Bueno...¿ya puedo invitarte a cenar?
  • Sophie: ohh jajajaja (perpleja porque no había visto que Julien se había quitado la ropa). ¡No! (responde con mucha seriedad, coge el bolso y sale del bar)
  • Julien: ¿A dónde vas?
  • Sophie: Haz menos preguntas y conseguirás más respuestas
  • Julien: Dijiste que el lunes terminabas a las siete (en alusión a que Sophie se va del bar y deja de trabajar)
  • Sophie: ¡Hoy es martes!

 ¿Capaz o no capaz?

martes, 7 de junio de 2016

La Guerra de los pájaros metálicos, o simplemente...BOEING vs AIRBUS

Hace poco estaba viendo en Youtube un documental de megafactorías del Boeing 747 y de cómo los americanos presumían de aeronave y claro, me dije, nosotros los europeos no vamos a ser menos, y no, no me equivocaba, Airbus también tiene  su pajarito del que presumir (A380) y su programa de megafactorías claro está.

La verdad, marcas aparte, la industria de la aeronáutica puede ser una de las industrias en las que con más precaución y seriedad se pueda trabajar, y es que rendimientos excluidos (no olvidemos que esto sigue siendo un negocio), la seguridad es probablemente lo más importante a la hora de diseñar y fabricar un avión (muchas vidas dependen de que esto salga correctamente) y es por ello que estas empresas tratan de minimizar el fallo o el error acercándose al 99,999% de éxito (SIX SIGMA).

Estrategias comerciales aparte, ahí van los dos angelitos de los que estaba hablando y algunas de sus diferencias más notables:


En primer lugar (Lufthansa) se encuentra el A380 y en segundo plano (British Airways) el B747.
Cabe citar que existen varios modelos de ambos aviones por lo que establecer una comparación entre ambos es un tanto complejo.

En modo general el A380 es más grande, más pesado y más caro que el B747, sin embargo al ser más grande también tiene mayor bodega y mayor capacidad para pasajeros, aparte de mayores comodidades para los clientes de las compañías que compran este avión comercial. El coste de fuel por tanto también es mayor y ahí entra en debate la eficiencia que uno u otro avión hace del combustible.



Sin duda dos maravillas de la ingeniería, tanto uno como otro son espectaculares, os dejo algunas imágenes de ambos:

B747-8


 






A380







La guerra comercial por ver qué compañía pone más aviones en el espacio aéreo está abierta